sábado, 20 de agosto de 2011

La FEUC NO MIENTE



Ante los nuevos sucesos ocurridos en torno a las manifestaciones estudiantiles, donde un grupo de estudiantes de la Universidad Católica, imitando el modus operandi de quienes se manifiestan en contra del sistema de educación chileno, colgó un cartel en el frontis de Casa Central diciendo 'La FEUC Miente'. Quisiera referirme al tema en cuestión.

En primer lugar, quisiera felicitarlos por su decisión de manifestarse y presentar su postura que viene a defender lo que un grupo no despreciable de alumnos (según sus estimaciones, el 51,57% del alumnado) de la Universidad están sintiendo; no están contentos con las movilizaciones actuales ni se sienten representados por la democráticamente electa FEUC; al igual como el 74% de la población chilena no está contenta con la gestión del democráticamente electo presidente de la República de Chile. Considero que es de un inmenso valor el que un grupo de alumnos que ha sido tildado de “apáticos”, se llene de energía y saque su voz de una manera digna de cualquier revolucionario como lo son ellos en este momento, frente a la FEUC.

Sin embargo, y sin animo de desmerecer el impresionante despliegue realizado por los líderes de esta línea argumentativa, no puedo dejar de sorprenderme por múltiples motivos relacionados a este grupo. Primero que todo, sus líderes son en su mayoría de la escuela de derecho, una escuela que no solo se caracteriza por su falta de representatividad interna dado que la realización de plebiscitos es tan escueta como el número de hijos de políticos de la Concertación en dicha escuela. Mientras que las votaciones indirectas (como las que critican hoy a la FEUC) son tan comunes como la existencia de hijos de políticos de la UDI. A pesar de eso, dicha observación no sirve en absoluto como argumento para reprochar lo que exigen: ya que no porque ellos no lo hagan, la FEUC tampoco va a tener que hacerlo, pero sirve para marcar un precedente.

Desgraciadamente, los alumnos de derecho UC sufren del problema que hoy día sus dirigentes estudiantiles, la FEUC, busca, a través de paros y metiendo presión dura, corregir: una mala educación superior. Pueden pensar que dicha escuela está exenta de los problemas que tiene la educación a nivel nacional, y la verdad es que probablemente ellos también así lo crean, pero efectivamente, a pesar del prestigio con que esta carrera cuenta, son víctimas del mal sistema de educación, pero de una forma mucho más sutil que los demás compañeros que estudian otras carreras o en otros lugares: el adoctrinamiento.

Es de conocimiento público que existen dos corrientes en términos del origen de la ley; la corriente positivista (las leyes nacen de un conjunto de individuos que se ponen de acuerdo y determinan un marco regulatorio para su sociedad) y la naturalista (existen leyes inherentes al hombre que anteceden cualquier regla o ley que definan en conjunto las personas (no soy abogado así que mi definición puede no ser exacta, pero sirve para fines ilustrativos)). No es información confidencial tampoco que derecho UC sigue esta segunda línea, buscando enseñarle derecho a sus alumnos bajo dicho prisma. Es cierto que existen profesores positivistas en su escuela, pero porcentualmente hablando, es muy bajo. De esta manera los administrativos pueden esconder su adoctrinamiento bajo una ilusoria cortina de pluralismo.

Tristemente, se les enseña que la ley natural es inviolable, pero que las demás son, en cierta medida, leyes de segunda clase, permitiendo su eventual “manipulación” que ya bordea lo vergonzoso en ramos como Derecho Económico o Derecho Tributario en donde básicamente se les enseña a memorizar leyes para ponerse al servicio de “banqueros” que egresan de mi facultad y los ayudan a bypassearla, para por ejemplo, “planificar” el pago de impuestos.

Dicho adoctrinamiento que han recibido, tristemente los ha llevado a creer que la institucionalidad, y por ende, las “leyes” que rigen a un organismo respetado como la FEUC pueden ser modificadas a gusto de sus intereses. Aún cuando el organismo esté “facultado” para realizar un plebiscito, como mencionan ellos, no por eso significa de debe llamar a uno cuando así les parezca: existe una institucionalidad que debe ser respetada. Por ejemplo, claves son los plazos que se manejan para determinar el éxito de la organización de un plebiscito, elemento que Giorgio Jackson hizo ver pero al parecer no fue suficiente argumento para ellos.

En realidad, el argumento de los plazos puede ser considerado una “escapatoria”, una manera de zafarse de una deber, como lo plantean estos dirigentes en contra de la FEUC. Pero cabe preguntarse si el deber no estará justamente en mantener el sistema de votación actual y no caer en la tentación de un plebiscito. Hago este cuestionamiento ya que no se puede olvidar que el sistema de votación actual, donde hay ponderación por cada carrera, en vez de por alumnos, permite mantener el pluralismo y la diversidad en las visiones de los diferentes participantes estudiantiles.

Hoy día, una carrera pequeña, logra no solo plantear sus temas, sino que también, a pesar de tener pocos alumnos – o menos que otras carreras – puede exigirle a la FEUC con el mismo ímpetu que una carrera numerosa, el que se haga cargo de sus necesidades. De esta forma, estamos permitiendo que la FEUC llegue de manera equitativa a todos los rincones de la Universidad Católica y que no deje sectores de lado solo porque el número de alumnos/votos es bajo.

¿Acaso no ven lo que pasa en Chile? ¿No ven como el hecho de que la gente/votos estén aglomerados en Santiago, hace que los candidatos enfoquen sus esfuerzos mayoritariamente en esta zona dado que se encuentra la masa crítica para ganar elecciones? Es justamente ese el problema que lleva a que zonas mas despobladas queden fuera de la cartera de políticos electos a través de votación directa, al estilo plebicito. ¿Nunca han pasado por un pueblito chico y que jamás a recibido un peso de inversión pública?

Con el sistema que hoy día estos alumnos de derecho UC plantean, corremos el riesgo de que la voz de carreras como Física, Historia, Ciencias Biológicas, Astronomía y Matemáticas queden supeditadas a la hegemonía de Ingeniería Civil y Comercial. Es cierto el contra argumento de que en término de número de alumnos, es la voz de las minorías supeditada a la de las mayorías y no la de unas carreras supeditadas a otras. Sin embargo, es importante rescatar el valor que tiene una discusión enriquecida; el pluralismo, el cual ellos desafortunadamente no conocen dentro de su casa de estudio, es un elemento fundamental para comprender cabalmente las aristas de un problema y por ende, otorgarle el mismo valor a cada una de esas voces, es algo absolutamente necesario.

No es comparable con otorgarle igualdad a la voz de cada persona que igualdad a la voz de cada centro de alumno ya que en este mundo “guagua que no llora, no mama” y las masas no se organizan con frecuencia para manifestarse, por lo que no tendría el mismo resultado. Hay ocasiones en que esa afluencia de poder de grupos que “lloran”, se traduce en lobby por parte de ellos y buscan beneficiar sus intereses en desmedro de quienes no están organizados para defenderse, sin embargo, ese no es el caso en esta ocasión ya que todos los actores involucrados tendrían el mismo nivel de organización: un centro de alumnos elegidos por ellos, que los defienda con las mismas herramientas con las que otro centro de alumnos puede estar realizando “lobby” ante la FEUC.

Finalmente, quisiera pedirles a quienes buscan terminar las movilizaciones, que no obstruyan el camino de esta masa organizada que ha logrado avances increíbles. Avances que aún no se concretan en beneficios para la educación, pero que ya se expresan en términos de una colectividad social y en un cambio profundo en las prioridades de las autoridades. Quiero de verdad recalcarles que este movimiento está logrando cosas impensadas, tiene a la gente del gobierno buscando la manera de ayudar a los estudiantes a bajar, por ejemplo, tasas de los créditos que estaban a la vergonzosa tasa de UF + 9%, a una de UF + 2%. Pero si después de la propuesta GANE hubiesen aceptado sentarse a conversar, solo hubiesen obtenido UF + 4%.

Lo que este movimiento en contra de la FEUC está haciendo es 100% válido. Sin embargo, está realizando un daño profundo a la posición negociadora del movimiento estudiantil nacional: empoderando a la contraparte a través de forzar a los dirigentes estudiantiles a sentarse y aceptar propuestas. Porque créanme que si siguen rechazando las propuestas, mientras tengan la opinión pública a su favor, las condiciones que recibirán pueden llegar a ser infinitamente mejores que las que se les ofrecen hoy.

Jorge Burgos
Ingeniería Comercial

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