Extraño fue salir por el frontis de Beauchef, donde tan orgullosamente se muestra la palabra "Injeniería", que saluda y despide a todos sus estudiantes. Dejé ahí a mis amigos, mi corazón y quizás algo más.
Indeciso entré a la PUC, movido por su reputación, becas y nuevas experiencias. Luego, en Ingeniería UC me encontré en un ambiente agradable, amistoso, pero algo falso. Donde mucha gente valía la pena, y otros se limitaban a lo superficial del sentido de estudiar ingeniería, o reducían el concepto de universidad solo a estudiar, y "lo social" al carrete en Murano, a dos semanas en trabajos de invierno, a la Semana de San Agustín, etc.
Y siempre me pregunté "¿Qué hago en la PUC?" sin hallar respuesta, siempre entre amigos de la Chile, la que quizás debió haber sido mi casa de estudios, como lo fue en primera instancia. Pero no todo era malo, mis amigos "PUC" son buenos, locos y apañan (a veces), por lo que no fue un peso seguir. Ahora, un año y medio después de haber entrado, orgulloso de algunas autoridades de Ingeniería UC (no así de varios de sus profesores), de sus proyectos sociales y lo académico, en un contexto de revolución ciudadana y política, me encuentro con la verdadera cara de la comunidad de ingeniería UC: gente con miedo y políticamente ignorante. Pocos son aquellos Ingenieros UC que han sacrificado su tiempo "libre", vacaciones y feriados para informarse, o reunirse en asambleas o dedicarse a trabajar en un movimiento que no busca restringirse a los problemas en la educación, sino también en mejorar socialmente a la comunidad de Ing UC.
Escribí esto motivado por una nota que encontré en internet de una compañera de Historia, con la cual concuerdo:
"Cada vez me fui sintiendo menos orgullosa de muchos de mis compañeros de carrera, reduciendo cada vez más el número de personas a quienes entregar mi compromiso, mi confianza, mi entrega y mi agradecimiento(...) Cada vez me sentí menos orgullosa de mi casa de estudios, mi antes tan querida Pontificia Universidad Católica se convertía en uno de mis mayores focos de crítica, pues en sus autoridades está representada la más vergonzosa hipocresía y la más asquerosa represión, convirtiéndose en uno de los obstáculos más difíciles de combatir, junto con aquellos tan conocidos por llamar al "diálogo" y no proponer nada..." LINK
Y ahora, año y medio después me pregunto "¿qué hago en la PUC?" y me respondo: Cambiarla y mejorarla. Formar escuela y sociedad.
Porque me da miedo que los líderes del mañana sean aquellos que no sepan (o que tiemblen sobre) los conceptos como el bienestar social, la política, o plebiscito.
Excelente post. Realmente refleja lo que muchos sienten de su propia comunidad. Si bien yo no soy especialmente activo en el ámbito social de la PUC y en general, soy partidario de que "alguien que no está informado no tiene derecho a quejarse". El primer paso siempre es, por lo menos, informarse de su propia sociedad e instituciones políticas. La posterior formación de una opinión sólida y una propuesta personal quita el miedo a participar.
ResponderEliminarSin más que decir, reitero mi aprobación (Y)
"orgulloso de algunas autoridades de Ingeniería UC (no así de varios de sus profesores)"
ResponderEliminarPor favor da nombres y apellidos, es una canallada lo que acabas de hacer, desprestigias al cuerpo docente de la UC!
"Abandone toda esperanza quien estudie aquí, porque aquí es donde toda responsabilidad social queda atrás".
ResponderEliminar-Inscripción de las puertas de cada campus PUC.
A la persona que escribio anónimamente, encuentro más falta de respeto el que no seas capaz ni tu mismo de firmar tu comentario. Tú hablas de canallada, bueno, lo tuyo es cobardía.
ResponderEliminarCarolina Serendero.