sábado, 24 de septiembre de 2011

Ni derechos ni deberes



“No estoy ni ahí”, frase conocida y usada… Al menos a mí, me tenía aburrido por la gran cantidad de columnas y chistes que salieron de ella y, aún así, ahora la echo de menos.

La echo de menos porque la ciudadanía pasó de no estar ni ahí, a estar “muy ahí” a la hora de culpar a un gobierno, a la ley, a la economía y al lucro. En 2006 el problema ya estaba, en 2008 siguió y en 2011 no ha acabado. Unos consideran que ciertas cosas son un derecho, otros consideran que esas mismas cosas son un deber, pero nadie piensa en lo que no cabe en ninguna de las dos clasificaciones… Un acto de buena voluntad no es un deber ni un derecho: no es mi deber ofrecer el asiento en la micro, pero cuando lo hago, una persona es más feliz. No es mi derecho exigir el mismo asiento, sin embargo, cuando me lo ofrecen puedo agradecer con una sonrisa.

Siendo estudiante de ingeniería civil, y aún confiando en el capitalismo y la democracia, creo que la mano invisible es solo una, y los que intentan torcerla son demasiados como para que esta soporte. También creo que un gobierno, sin importar con qué mano escriba, no será capaz de hacer feliz a todo un país mientras salga electo con un 50%. Considero que estas dos entidades, casi etéreas, no podrán funcionar correctamente mientras todos nosotros pensemos que de ellas depende todo.

En Chile hay pobreza, y quizá no es el deber de unos arreglarla, ni el derecho de otros el exigirlo. Sin embargo, los primeros quizá sí pueden ayudar. No es que unos merezcan la educación gratuita porque me han ganado en alguna competencia, sino que si se les da, se verán muy beneficiados. No es que unos deban entregar todo su dinero a Robin Hood. Tampoco es mi deber pagar un salario altísimo, así como tampoco lo es el pagar el mínimo, y no es mi derecho ni mi deber exigir el máximo de cada transacción.

Derechos y deberes… Es todo de lo que se habla hoy. Cada vez que alguien exige un derecho, el siguiente argumenta que el primero se está olvidando de algún deber. No pensamos en el verdadero rol que debiéramos tener en la sociedad: la ayuda gratuita y desinteresada hacia el resto de la comunidad.

En un mundo en que la gente, en vez de tirar para bajar los precios en busca del beneficio personal, los empujara para aumentarlos y ayudar a la contraparte, el resultado económico sería el mismo, pero mucho más alegre. Muchos ya odian al gobierno, otros muchos ya odian la mano invisible ¿qué mejor manera de, en cierto modo, evitar a ambos, que cuidarnos y ayudarnos?

Comencemos por ofrecer nuestra ayuda: dejemos de pensar en que aquello es tema de jóvenes osados y rebeldes. Comencemos por pagar los impuestos y por no estafar a la gente, pues ni la ciudadanía ni el gobierno son necesariamente enemigos. Comencemos nosotros, los privilegiados que sí podemos estudiar, los que podremos reemplazar a gobernantes y a personas influyentes.


Germán Molina L.
Ingeniería Civil

7 comentarios:

  1. Germán:

    Saludos. Antes que nada, deseo felicitarte. Has tenido una valentía que pocos tienen: decir realmente lo que piensa uno. Seré franco, e infiero de tu carta que eres más cercano a la derecha. Lo supe cuando dices que confías en el capitalismo (cosa cruda, es la ideología de que el estado no deba tener intervención económica alguna y sea todo regulado por el privado) y la "mano negra" que regula el mercado (que no es más que buscar es "punto" donde se interseca la demanda con la oferta). Para decir eso, dejando de lado los "amarillismos" de muchos sectores políticos, se necesita osadía que ya casi no la tiene nadie.
    Hablar sobre derechos y deberes es sencillamente retomar un necesario y urgente debate filosófico que se quedó en el olvido, en un pasado donde nuestros forjadores de la nación se sentaban a pensar un proyecto de nación. Yo te quiero hacer una pregunta ¿Qué es la sociedad? ¿Una yuxtaposición de personas, o un colectivo que se ayuda mutuamente? Si es lo primero obviamente que todo apuntará a un individualismo donde cada uno sabrá, por libre albedrío, si quiere o no ayudar al otro, y se sostiene como puede. Algo que yo llamaría hasta una selección natural más "light" (no tan animal). Si es lo segundo, hay que ponerse a pensar en los derechos y deberes de cada ciudadano que es parte de esa sociedad. Reglas de común acuerdo que debemos respetar. ¿Para que se junta la sociedad entonces? para llegar a un acuerdo, una gran convención. Y para velar de que se cumpla, poseemos derechos y deberes. Si nos sentamos a pensar, de que es nuestro deber mejorar las situaciones de pobreza, entregar una educación gratuita o cederle el asiento a una persona necesitada; es porque estamos contribuyendo a la gran convención que significa ser parte de una sociedad. Hace miles de años que dejamos de ser una masa entrópica de seres humanos donde cada uno velara por lo suyo, y si es que a alguien le nacía un brote de espíritu asistencialista, otorgara algo suyo para los demás.

    Carlos Torres P.
    Ingeniería Civil

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  2. Carlos,

    Para responder a tus preguntas voy a hacer un pequeño preámbulo: El ser humano es un Individuo que, aún cuando podría vivir solo, vive en Sociedad. Quiero recalcar el que podría vivir solo, pues significa que busca la sociedad como un beneficio. Para mi, por lo tanto, la sociedad no se junta “para llegar a un acuerdo, una gran convención ", como tu dices, sino que la sociedad debiera ser una enorme red de relaciones mutualistas que beneficien a todos los individuos. Es decir, que cada persona dentro de la comunidad viva mejor a como viviría sola, y eso por supuesto que conlleva normas de comportamiento y convenciones.
    Donde aparecen los derechos y deberes, creo (no he estudiado Derecho), es en la discusión interna entre el beneficio Individual (al que defienden los derechos) y el beneficio Social (al que defienden los deberes) que naturalmente se da en esta dualidad. Sin embargo, y es a lo que va mi carta, hoy se habla del “mundo del vivo”, se hace todo lo que “es legal”, se busca explotar los derechos al máximo y de evitar los deberes como si el individuo se viera obligado a vivir en una sociedad enemiga.
    Debido a que el lado Individualista de la persona no desaparecerá nunca, el debate de Derechos y Deberes sí debe existir (incluso, sé que es muy importante), y el estado sí debe intervenir en la economía. Como tu dices, hace miles de años que dejamos de ser una masa entrópica de seres humanos; sin embargo, aún cuando las oportunidades para velar por la sociedad aumentan diariamente con la globalización, siento que seguimos velando por lo nuestro, y nos olvidamos de algo tan fundamental como el amor por el prójimo. Lo único diferente es que ahora velamos por lo nuestro usando la última tecnología en el tema, “el Derecho y el Deber”.

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  3. El problema es que el individualismo no se solucionará con asistencialismo o con un mero llamado "al amor al prójimo". Lamentablemente en la sociedad debemos resolver problemas mediante medidas cuantitativas que llamados cualitativos. Y para eso recurres a los derechos y deberes. Ya no existe apelar a otra manera (se hizo antes y no hubo frutos).

    Precisamente tu modo de pensar en lo que es la sociedad, viene de una visión individualista. Todos buscamos un beneficio cuando somos parte de una sociedad, pero la base está también de que existen muchos que piensan que no solo se debiera buscar el beneficio personal, sino que un beneficio social (no sólo quieren que ellos salgan beneficiados, sino que los demás también).

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  4. Carlos,

    Yo también vivo en el mundo, y hablo de medidas cuantitativas. Y quiero dejar claro que no he hablado de hacer, deshacer o dejar de hacer leyes, sólo he hablado de "no esperar a que estas aparezcan" para hacer cosas buenas.
    Grandes emprendimientos sociales como el Grameen Bank, Teach for América (y enseña Chile), Un Techo Para Chile, y muchas otras corporaciones o fundaciones en que trabaja gente 100% dedicada a eso, que se manejan como verdaderas empresas, que tratan al beneficiario como un cliente son medidas cuantitativas. Son grupos de personas que, en vez de ir a protestar para que se creara la ley de eliminación de campamentos o de esperar que un país saliera de la pobreza por políticas monetarias, se la han jugado generando cambios reales y masivos... El crudo capitalismo con un toque de "buena onda" y "amor al prójimo".
    No digo que hay que eliminar al gobierno y confiar en la buena onda 100%, sino que somos sobretodo nosotros los que podemos alivianarle la tarea; la PUC se supone que es la élite intelectual del país, tiene muchos trabajos sociales, casi el 50% de los alumnos apoya el paro... ¿Cuantos alumnos de la UC pretenden dedicarse a servir al país al egresar, para siempre? Eso es todo. No esperemos a que las leyes nos obliguen a hacer buenas acciones.

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  5. En respuesta al post de arriba. Totalmente en desacuerdo. Las medidas solidarias sin duda que importan, pero el asistencialismo siempre termina siendo medidas parche que en el largo plazo solo mantienen el sistema de desigualdades.

    La verdadera solidaridad esta en la política, en buscar un sistema en donde no necesitamos un techo para chile ni enseña chile, sino un sistema justo, inclusivo y democrático.

    Nicolás Díaz
    Ciencia Política

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  6. Concuerdo con Nicolás. Son medidas parche, no solucionan el problema de fondo. Además, no podemos esperar que los problemas de la sociedad se solucionen mayoritariamente por "vías privadas" las cuales no nos garantizan que siempre estarán presente.

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  7. Estimados,

    Quiero insistir en que yo no he llamado al gobierno a dejar de reconocer derechos. El llamado que yo hago es que, todos los que sí consideran que la gente tiene derechos (la mayoría, supongo), los defiendan y respeten sin necesidad de una ley... Por ejemplo, que el estado tenga que garantizar Ingreso Ético Familiar habla de la paupérrima responsabilidad social de la gente de hoy a la hora de pagar un salario.

    Es muy fácil ser "socialmente responsable" exigiendo que el gobierno haga lo que nosotros no estamos dispuestos. Considero que un gobierno sí debe hacerse cargo de los problemas de la sociedad, sin embargo muchos de esos problemas son causados por los mismos ciudadanos, y muchos de nosotros, probablemente, podríamos ayudar a solucionarlos.

    ¿Cómo podemos ayudar? Bueno, Grameen Bank está funcionando, creciendo y ayudando desde 1976; El Afghan Institute of Learning, desde 1995; Un Techo Para Chile, 1997; Teach for America, 1990... Como ven, estas medidas "parche" tienen más años que lo que dura un gobierno, y por lo tanto, gozan de mayor continuidad con menor burocracia. Además, si las estudian notarán que no son soluciones parche, sino que buscan generar un nuevo y mejor equilibrio. No hablo de "trabajos de invierno", sino de verdaderas vías privadas para mejorar la sociedad ¿Estarán siempre ahí? Depende de nosotros, los que sí tenemos conocimientos recursos y contactos para intentar solucionar esos problemas que con tanta rabia exigimos "al resto" arreglar.

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